Los cajillos son canales, generalmente construidos en plafón, que alojan algún sistema de iluminación y nos ofrecen una suave y uniforme capa de luz sobre las superficies del espacio. Dependiendo del carácter del espacio, las actividades que se van a realizar en él y su composición arquitectónica, podemos formar cajillos de diferentes formas y ofrecer un sinfín de efectos.
Otra aplicación de los cajillos es delimitar y dar jerarquía a diferentes zonas dentro de un espacio abierto. Podemos, por ejemplo, delimitar el espacio entre la sala y el comedor creando líneas de luz en el techo alrededor de la sala y marcando una línea, de la cual se suspenda algún elemento decorativo, al centro del comedor.